Jean-Luc Picard, el negociador imaginativo

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Explorador, comandante, diplomático... Jean-Luc Picard, capitán de la U.S.S. Enterprise en el mundo de Star Trek, es un personaje casi renacentista, con múltiples intereses -desde la arqueología hasta las artes, con una xenofilia importante que le hace disfrutar del aprendizaje de nuevas culturas alienígenas y enorgullecerse de su habilidad para interactuar con ellas de manera productiva.

Miembro de una familia de reconocidos científicos, soldados y exploradores -con antepasados ??que lucharon en la Batalla de Trafalgar, un Premio Nobel de Química, o algunos de los primeros colonizadores de Marte-, como capitán de la Flota Estelar participa en numerosas misiones de ayuda humanitaria, diplomacia, algunas intervenciones militares y primeros contactos con hasta 27 nuevas especies alienígenas con interés por unirse a la Federación.

Tanto en The Next Generation como en las diversas películas posteriores -y en la nueva serie, Picard-, vemos a alguien competente y diligente, profesional, que valora el honor y la lealtad... Y que en situaciones de riesgo se mantiene ecuánime. Ante un conflicto, en lugar de esconderse o atacar, Picard valora todas las opciones, e intenta elegir la que beneficie más a todas las partes, empezando por la Federación a la que representa.

En nuestro método, definimos el estilo Negociador frente al conflicto -el de las personas que llamamos N-, como el que en todo conflicto ve una situación a gestionar, más que un problema. Los N ven los conflictos como oportunidades para conseguir algo, a diferencia de los Defensivos y de los Ofensivos -de los que ya hablé en este artículo anterior. Los Negociadores no rehuyen los conflictos, sino que se encuentran cómodos, e intervienen activamente, intentando maximizar su beneficio -y también el de los demás- a partir de la mediación, la negociación, el arbitraje entre las posiciones enfrentadas.

Jean-Luc Picard es un muy buen ejemplo de persona N; siempre intenta la vía diplomática, siempre intenta que los líderes de otras especies alienígenas o facciones negocien sus diferencias. Cada vez que un capitán enojado le exige cualquier cosa apuntando su nave con todo su armamento, en lugar de responder inmediatamente, Picard se detiene e intenta no contestar en caliente. En lugar de parecer que simplemente reacciona a la provocación, lo que hace es responder como cree mejor, incluso con la alerta roja sonando y con toda su tripulación gritando; mantiene la compostura, se detiene, piensa... Y responde de la forma que cree adecuada en función de la amenaza, en función del conflicto, sin dejarse superar ni agobiar ni dirigir por la inmediatez del problema que tiene delante .

Sin embargo, Ser Negociador no significa no utilizar la amenaza de violencia; cuando Picard habla con los Klingon, y éstos le amenazan e insultan, él también amenaza e insulta -porque sabe que esto es parte de su cultura, y sabe que así se gana su respeto. Gracias a ello es invitado a intervenir en la política Klingon dos veces, haciendo de lo que ellos llaman "Árbitro de la Sucesión" cuando muere el líder del Imperio Klingon y, también, durante la Guerra Civil Klingon, liderando las fuerzas de la Federación para detener la provocación romulana.

Porque el buen Negociador negocia utilizando el lenguaje de la otra parte, sea cual sea; Jean-Luc Picard no parece débil frente a los fuertes, ni fuerte frente a los débiles; corresponde a sus interlocutores tal y como cree que éstos le entenderán; si se enfrenta con unos alienígenas que quieren expulsar a los colonos de la Federación de su planeta a partir de muchos argumentos legales, Picard conseguirá dilatar las negociaciones precisamente utilizando una negociación hiperdetallada y totalmente legalista, utilizando el lenguaje que entienden - y aprecian- estos alienígenas, a fin de conseguir tiempo para reubicar a sus colonos. Si intenta establecer el primer contacto con una especie de lenguaje incomprensible para los traductores universales de la Federación, enfrentarse juntos a un enemigo común conviviendo con uno de sus capitanes le permitirá entender y aprender su lenguaje, abriéndoles la puerta a la integración en la Federación.

Y no debe confundirse la posible cautela del Negociador con miedo al conflicto; al contrario, alguien como Jean-Luc Picard encara el conflicto con respeto pero sin miedo, lo afronta y lo soluciona de manera imaginativa, dedicándole el tiempo que sea necesario, sin reaccionar en caliente, e intentando minimizar sus consecuencias negativas para todas las partes.

La forma en que lidera sus tripulaciones también es un buen ejemplo de su N; a menudo le vemos sentado en la mesa, escuchando a todos sus oficiales antes de tomar ninguna decisión importante, sin asumir que sabe todas las respuestas, y haciéndoles al mismo tiempo corresponsables de lo que se decide.

Además de su habilidad Negociadora, Jean-Luc Picard no se entendería sin su estilo de trabajo de Ideas: su naturaleza inquisitiva, detectivesca, se ve en todas sus intervenciones en el mundo de Star Trek. De hecho, es el creador de nuevas tácticas, como la llamada "maniobra Picard", y él mismo dice en algún episodio que "siempre hay una salida de cualquier caja, una solución para cualquier puzle, basta con encontrarla" , o que "las cosas sólo son imposibles hasta que ya no lo son!".

Tal y como se explica en nuestro método, la combinación de la visión estratégica con una alta capacidad negociadora, el perfil IN, es un perfil bien dotado para grandes logros, capaz de adaptarse al conflicto de forma imaginativa, inventando soluciones. Así, si Q, una entidad alienígena de poder casi divino, lleva a Picard y su tripulación a una situación insostenible... Picard será capaz de pedirle ayuda, sin miedo a mostrar debilidad, porque entenderá que es la única manera de superar el conflicto -y conseguirá así encontrar imaginativamente la única solución posible que evitará muertes y destrucción, superando la prueba imposible que Q le planteaba. No se arruga ante el conflicto, y utiliza sus habilidades de Ideas al servicio de una negociación ganadora.

Jean-Luc Picard tiene otro elemento característico de su personalidad, que le ayuda mucho en toda situación de conflicto: la calma que transmite en todo momento, gracias a su cara impasible, estoica -incluso cuando una situación l altera gravemente. Pero de eso, que se corresponde con una de las tres posibles exteriorizaciones emotivas de nuestro método, ¡quizás ya hablaremos en próximos artículos!



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