Cobra Kai vs. Miyagi-Do (o Ofensivos vs. Defensivos)

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En nuestro método, planteamos que los conflictos son momentos especiales, que merecen tenerse en cuenta como una variable importante para saber cómo somos y cómo nos comportamos en nuestro día a día, una variable independiente de nuestro estilo de trabajo o de nuestra motivación.

The Karate Kid es la historia de un chico, Daniel Larusso, que aprende karate de su vecino, el señor Miyagi, para defenderse de los alumnos de Cobra Kai, un dojo karateka que gana año tras año el campeonato local -hasta que Daniel participa y logra la victoria. Tanto en la película de 1984 como en todas las secuelas posteriores, incluida la exitosa y reciente serie 'Cobra Kai', nos es fácil identificar las dos filosofías de artes marciales enfrentadas, los dos estilos de kárate, que se corresponden muy bien con dos de nuestros tres estilos de gestión de conflictos.

El señor Miyagi, es sensei-maestro del Miyagi-Do karate, un estilo originario de Okinawa, en Japón. Simbolizado con un bonsái, este estilo se define como pacífico y equilibrado. En palabras de Daniel Larusso, "Miyagi-Do es defenderte a ti mismo y proteger a los demás". Se basa en la paz interior y la concentración, y ve el kárate sólo como una herramienta defensiva. Gracias al peculiar método pedagógico del señor Miyagi, Daniel aprenderá a bloquear golpes con los brazos repitiendo una y otra vez movimientos sencillos como pintar una valla, limpiar un coche... Patadas defensivas y contragolpes diversos, todo basado en no atacar nunca primero, y defenderse con éxito de los ataques de tu adversario -o, mejor aún, no luchar con ellos.

El estilo de kárate del Miyagi-Do es muy similar a cómo gestionan los conflictos las personas que en nuestro método llamamos D, de defensivas. Personas a las que no les gustan los conflictos, que los rehuyen todo lo que pueden. Personas que, evidentemente, si quedan acorraladas se defienden, pero que intentan no llegar a quedar nunca en esta situación, porque ya se han ido -física o mentalmente- mucho antes. Si una persona Defensiva detecta que una situación puede ser conflictiva, la esquiva todo lo que puede. Si sabe que una decisión puede ser complicada y cree que puede provocar un conflicto, deja pasar tanto tiempo como sea necesario sin decidir... De hecho, el tiempo es el teórico gran aliado de las personas D, porque creen que a menudo no necesitan hacer nada más que 'esconderse' y esperar, y el conflicto se resuelve solo. Son personas que sobreviven los conflictos, no sólo porque los evitan sino porque, como en el estilo Miyagi-Do, los bloquean, los detienen, y, tan rápido como pueden, los olvidan... Para evitar que les afecten en su día a día.

El estilo de kárate Cobra Kai es totalmente diferente; John Kreese, su sensei, un veterano de Vietnam, defiende que no se debe tener piedad hacia el enemigo, ni hacia los estudiantes, a quien castiga sin sin contemplaciones si es necesario. Simbolizado por una cobra, es un estilo fuerte y agresivo, que no se preocupa por la autodefensa y sí por atacar primero y contundentemente. Su lema lo deja claro: "Ataca primero. Ataca duro. Sin piedad". De hecho, enseña que la mejor defensa es aún más ataque, que se debe acabar con el rival justamente cuando es más débil, y que la lucha no termina hasta que decides que termina -si no puedes ganar hoy, debes tener memoria para poder ganar cuando tengas la fuerza necesaria, sin piedad.

Este estilo corresponde muy bien la gestión del conflicto de las personas que en nuestro método llamamos O, de ofensivas. No les gustan los conflictos, pero una vez los tienen delante, creen, como todo buen Cobra Kai, que, si se puede, debe atacarse primero, atacar duro, y sin piedad. Pero si no pueden hacerlo, porque no tienen suficiente poder o porque no es el mejor momento, se lo apuntarán, harán sus listas negras y, cuando puedan y lo crean adecuado, recordarán y atacarán con todas las fuerzas. Por eso a veces pueden parecer personas defensivas, cuando simplemente esperan su momento para volver a ello. E irán dejando un rastro de vencidos por el camino, con lo que a menudo ellos también acabarán cayendo -pero no sin llevarse a alguien más por delante.

Los dos estilos de gestión del conflicto que nos presenta el mundo de The Karate Kid son muy habituales en nuestros equipos, donde seguro que, ante cualquier conflicto, ya reconocéis a personas defensivas y ofensivas. Unos y otros mejoran mucho su gestión del conflicto desde el momento en que tienen conciencia del mismo, porque, si ganan en autocontrol, unos no se esconden siempre de todo y otros no siempre 'matan' para acabar conflictos... Un poco como lo que ocurre también naturalmente en el mundo de The Karate Kid, donde los Miyagi-Do aprenden técnicas más ofensivas -sin renunciar a que el karate sólo es para defenderse, pero entendiendo que a veces hay que actuar en lugar de esconderse- y los Cobra Kai aprenden técnicas más defensivas -sin renunciar a atacar, pero sin matar cada vez que hay un conflicto, y con algo de piedad.

En nuestro método definimos a un tercer grupo, las personas N, de negociadoras. Pero de estas personas, que parece que no tienen su dojo en el mundo de The Karate Kid, ya hablaremos en otro artículo.



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