La ciudad de Nueva York ha puesto en marcha un plan de evaluación del desempeño que proporciona una paga por productividad a las escuelas públicas con mucho fracaso escolar en las que se consigan mejoras en los resultados de los exámenes. Estos planes están ya en marcha en Denver, Minneápolis y otras ciudades. El plan cuenta con el apoyo del sindicato de maestros, y concede la paga globalmente a la escuela que alcanza los objetivos, no a profesores individuales. Un comité de la escuela decide entonces cómo se distribuye la paga entre el profesorado. El plan es voluntario y requiere una aceptación mínima del 55% de los profesores de la escuela para que ésta pueda participar en él.
Noticia traducida del inglés y tomada de "the government innovations newsletter" de la Kennedy School of Government de la Universidad de Harvard, noviembre de 2007).